STIHL Brasil se lanza a la ofensiva con medidas innovadoras que persiguen objetivos de sostenibilidad. Bajo la dirección de Rafael Szabo, gestor de infraestructuras, los trabajos se centran en minimizar el desperdicio de energía y maximizar la eficiencia.
El consumo de energía, es decir, electricidad, gas natural y agua, se desglosa por áreas en la planta brasileña. El objetivo es utilizar esta información para optimizar los procesos y reducir el desperdicio. El supervisor Lucas Brandalise subraya la importancia de comprender los datos de carga base para identificar las oportunidades de mejora, especialmente en los días de baja productividad.
ACTUACIÓN PROACTIVA
Como medida proactiva, la planta ha implementado rutas de bloqueo/etiquetado que permiten al equipo de supervisión detectar el desperdicio de energía durante las rondas de inspección e informar inmediatamente de los resultados para que se pueda actuar rápidamente. Por ejemplo, ya se han eliminado más de 150 fugas de aire comprimido, lo que ha supuesto un ahorro de costes considerable. Con un esfuerzo continuo, se pretende ahorrar anualmente más de un millón de reales brasileños (aproximadamente 170 000 euros; cifras de julio de 2024).
El mensaje es claro: cada acción cuenta. Al fomentar una cultura de sostenibilidad, STIHL Brasil no solo quiere beneficiarse internamente, sino también ejercer un impacto positivo en el medioambiente en general.